Cierro los ojos. No puedo. Los abro.
Intento dormir, pero me despierto.
Sé que está ahí, aunque no le vea.
Debajo de mi cama, en el oscuro armario o en la mesa.
me persiguen.
Quiero que llegue el sol, con su luz.
Que una mano me acaricie.
Quiero ser valiente, no tener miedo.
Pero... me persigue.