¿Qué debe
ser peor, que un alma noble sufra de la fortuna, o rebelarse
contra un mar de desdichas, y lo afronte decidiendo desaparecer con ellas?
...Morir, dormir, no despertar más nunca,
poder decir todo, en un sueño
sepultar para siempre los dolores
del corazón, los mil y mil quebrantos
que el corazón siente,
¡quién no ansiara
concluir así! Morir... quedar dormidos...
Dormir... tal vez soñar!